viernes, 24 de abril de 2009

Garbage - Special



El caso de la banda escocesa-norteamericana Garbage es cuando menos curioso. Concebido como original propuesta de dar un paso más allá en el grunge, asimilando en el novedoso estilo nacido en Seattle la utilización de la electrónica, resultó sin embargo un proyecto que, salvo el inquebrantable apoyo de sus fans, fue entre ninguneado y masacrado sin piedad por multitud de críticos con más bien pocas luces. La intención del influyente productor Brian "Butch" Vig (figura fundamental en el resurgir de la música estadounidense de los noventa como productor de discos capitales como Siamese Dream de The Smashing Pumpkins y sobre todo el Nevermind de Nirvana), junto con sus amigos Duke Erikson y Steve Marker (las otras dos patas de aquel banco que eran los ahora míticos estudios Smart) fue visto, en general, como un intento de laboratorio y no como una auténtica banda. Además, la inteligente inclusión de la electrónica, por medio además de una producción impecable, en el rock de los noventa, tampoco se aceptó con la naturalidad que merecía, sino que por el contrario fue muy protestada.
Considerados de forma harto injusta como una banda de artificio (sólo hay que escuchar con atención sus malévolas letras o ver alguno de sus impactantes directos para darse cuenta de hasta qué punto esa apreciación es un completo error), ni siquiera con la presentación de uno de los mejores álbumes de la década consiguió el respeto que merecían.

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